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“Para la consultora, Forrester, el negocio de computación en la nube en el 2020 será un mercado mundial de 229.000 millones de dólares”.
Similar al impacto que tuvo la revolución industrial, hoy se habla de la necesidad urgente e irrenunciable de convertir nuestras empresas en empresas digitales, el impacto de la tecnología y del internet, unido con los cambios de hábitos en consumo y comportamientos de los consumidores hace repensar a la empresa en generar una cultura digital que sea tendencia para el mundo corporativo actual.
Diferentes disciplinas del conocimiento explican este fenómeno avasallador, desde la famosa Ley de More, que explica como los procesadores aumentan su capacidad de forma exponencial, hasta las pragmáticas cifras de crecimiento del comercio on line, el incremento en el número de horas de conexión y el potente poder de penetración de la web móvil que crece aceleradamente.
¿Es posible apartarse de esta tendencia?
No, porque significa perder clientes y desconocer los cambios del entorno. Empresas que no visualizaron prontamente esos cambios quedaron atrás rápidamente, Kodak no vio el interés por la fotografía digital, Blockbuster no vio los videos en formato digital y tampoco lo vieron en su momento el comercio electrónico y aparecieron insurgentes formas de vender usando internet. Hoy tenemos nuevos actores como Amazon, Zappos y nuevos modelos de negocios.
¿Todos los negocios se pueden digitalizar?
Si, efectivamente la profundidad de la digitalización dependerá de cada negocio en particular, de cada institución o servicio que se preste, sin embargo, los conceptos maestros son ineludibles. Pasamos de procesos enmarcados en la escasez de recursos y los limitantes de tiempo a la facilidad que brinda la digitalización.
Las cuatro tecnologías para la transformación digital
Según José de la Peña y Mosiri Cabezas, autores del libro “La Gran Oportunidad”, las cuatro tecnologías que más van a influir y configurar la transformación digital de las empresas son: 1. Las redes sociales, 2. La movilidad, 3. La Big Data y la analítica y 4. El cloud.
Las dos primeras son evidentes, pues tienen mucho que ver con adaptarse al cliente. Los clientes son cada vez más móviles y se relacionan por redes sociales. Como la transformación digital ha de ir en la línea de acompañar más al cliente, de estar más a su altura, estas dos tecnologías han de ser esenciales al transformar la empresa.
En un mundo digital, lo que se produce en abundancia son datos e información, muchas veces sin el requerido análisis que lo convierta en conocimiento. Con el Big Data se puede conocer más y mejor a cada usuario a través del análisis de sus interacciones con la empresa y así personalizar cada vez más la oferta y la relación con él.
Cuando hablamos de cloud o nube en la transformación digital, tiene mucho que ver con la eficiencia. En especial, para empresas pequeñas y medianas, a las que permite disponer de servicios sin tener que comprar la infraestructura de TI necesaria, convirtiendo los costes fijos en variables. Eso significa que el usuario puede disfrutar del servicio desde cualquier lugar con acceso a internet, eliminando las barreras de lugar.
Finalmente, la transformación digital es el proceso de cambio que una empresa ha de emprender para adaptarse a este mundo digital, combinando inteligentemente la tecnología digital con sus conocimientos y algunos de sus procesos tradicionales esenciales, para así lograr diferenciarse y ser más eficiente, competitiva y rentable.