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¿Qué cursos on line son los más demandados?

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Valorar la formación continua es muy importante en un mercado laboral cada vez más competitivo. Es muy relevante destacar por la eficiencia a la hora de realizar un trabajo, pero en primera instancia, no es posible demostrarlo, más bien, es en una síntesis curricular en la que se muestra nuestra primera carta de presentación y esta puede influir a la hora de abrir o cerrar una puerta a un puesto de trabajo.

En este mismo orden de ideas, es necesario detenernos a reflexionar, desde el punto de vista del empleador, como destacar entre otros profesionales, y la respuesta es formación en habilidades blandas, como factor diferenciador entre aquellos colaboradores que se limitan a la formación técnica. Sin dudarlo, leer un currículo y observar que poseen formación actualizada y on line, es ventajoso para el que opta al puesto de trabajo.

Por un lado, se valora que en el tiempo y, a pesar de las circunstancias sociales de cada país, la persona se preocupa por actualizarse en diferentes áreas del conocimiento, lo que permite percibir al futuro colaborador como una persona que valora el conocimiento y la capacitación como un valor personal, que no se estanca en una formación pasada, sino que busca la manera de mantenerse al día con los nuevos conocimientos.

Por otro lado, destaca que la formación sea on line porque supone que el colaborador ya posee dominio básico de herramientas digitales, al igual que cierta independencia para asumir nuevos conocimientos, lo cual, si se aplica en el campo laboral, sugiere facilidades personales para desempeñar un cargo específico dentro de la organización.

De igual forma, es significativo entender los dos caminos generales de la formación on line, uno de ellos es la formación técnica, es decir, aquella formación académica formal que se realiza en las universidades y otros centros específicos en áreas del conocimiento que permiten especializarse en un área. Este es el más tradicional, y quizá el único con el que cuenta un alto número de candidatos.

Y el segundo camino, son aquellos cursos, programas, diplomados, entre otros que aumentan la eficiencia y los resultados en los puestos de trabajo, los que corresponden a las habilidades blandas y que vienen a complementar la parte técnica de cada profesional. Este segundo camino tiene un gran valor, pero no suele ser el más aprovechado por los profesionales, pero contrariamente, es muy bien recibido por las organizaciones y suelen apuntar a los cursos más demandados en la actualidad.

¿Por qué las habilidades blandas son tan importantes?

Las habilidades blandas, o también llamadas Soft Skills, son aquellas habilidades humanas que facilitan la socialización y que impulsan la carrera profesional de los colaboradores. Sería lamentable contar con un especialista con amplia formación, conocimiento y experiencia en un ámbito de trabajo, pero incapaz de comunicar sus ideas, de liderar equipos de trabajo o de gestionar los conflictos.

Justo allí radica la importancia de la formación en habilidades blandas, en aportar al profesional conocimientos teórico-prácticos que le permitan incorporar buenas prácticas para un mejor desempeño laboral de cara a los demás, complementando la formación técnica. Esta capacitación va desde aspectos como la comunicación, el manejo de las emociones o el trabajo en equipo, hasta competencias de mucho interés para hacer las empresas más competitivas como: Orientación a resultados, resolución de problemas o pensamiento analítico.

Todas estas competencias son las más demandadas por las empresas que buscan mejorar las capacidades de los colaboradores porque han entendido, desde la práctica, que esto mejor la productividad, eleva los niveles de competitividad, eficiencia, eficacia y se obtienen mejores resultados.

Colaboradores competentes

Las habilidades blandas apuntan al desarrollo de competencias en los colaboradores. Pero, ¿estará claro eso de “competencias”? Las competencias, de acuerdo a lo que señala Martha Alles (2005), hace referencia a las características de personalidad, devenidas en comportamientos, que generan un desempeño exitoso en un puesto de trabajo.

Estos comportamientos observables son equivalentes a buenas prácticas, que inciden favorablemente en el desarrollo de las actividades personales y laborales y que permiten afirmar que una persona es idónea para un cargo, es competente.

Todas las competencias deben desarrollarse y fortalecerse en el tiempo. Para adquirir nuevas competencias se requiere de entender teóricamente los nuevos comportamientos y desde la práctica aplicar acciones pequeñas y específicas que, al sumarlas con otras, totalizan el desarrollo de la competencia en cuestión.

Pero el elemento personal no queda por fuera, por el contrario, el contexto sociocultural del individuo aflora en los comportamientos que se desean desarrollar y esto pudiera ser una ventaja en cuanto a que, desde su hogar o comunidad, aprendió valores, principios y acciones cónsonas con las competencias a desarrollar; o en el caso contrario pudiera suponer una lucha entre su cultura y los comportamientos esperados ante las nuevas competencias.

En todo caso, se debe entender que el desarrollo de competencias en los colaboradores es un proceso y los cursos y programas en esta área deben contar con la experticia necesaria para ser verdaderamente un aporte en la formación de los colaboradores.

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