Transformación digital en la gestión de Talento Humano

Transformación digital en la gestión de Talento Humano

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Tiempo de lectura: 6 minutos

La transformación digital es una estrategia competitiva transversal que toca absolutamente todos los aspectos de una empresa. Los cambios que ha ocasionado la irrupción acelerada de la tecnología en todos los ámbitos, obligan a que absolutamente todas las empresas tengan que considerar de forma casi obligatoria navegar el mundo digital.

El tema no es si una organización va a digitalizar algunos procesos o si tendrá presencia en redes sociales, ni evaluar si usará la omnicanalidad o mejor aún si usará inteligencias artificiales como la tan de moda, ChatGPT.

El punto crucial es la forma cómo asumen la transformación digital y si son capaces de abordar esta megatendencia de forma adecuada, lógica y planificada, dejando a un lado las modas, las falsas creencias y las distorsiones publicitarias.

La transformación digital no es una moda, tampoco una tecnología

Uno de los peligros del trato superficial de esta tendencia es caer en la simplificación y en el error de pensar que transformar digitalmente una empresa es instalar un software administrativo, o incorporar un CRM, e incluso ampliar la presencia en redes sociales; nada más lejos de ello.

La transformación digital es un cambio de mentalidad en la Dirección que le permita entender los cambios del entorno y hacer adaptaciones que aprovechen las tecnologías de la información para optimizar los procesos, digitalizar documentos, mejorar las conversaciones con los clientes, mejorar la experiencia del usuario, ampliar los canales comerciales, etc; en fin, para aplicar mejoras en todos los ámbitos con el uso inteligente de la tecnología para dar más valor al cliente.

El trato superficial del tema conduce al error de caer en la compra de alguna tecnología o suponer que ampliando canales de ventas digitales ya se cumple con la actualización competitiva.

La transformación digital debe ir de la mano con la estrategia

No son dos variables independientes que se deben trabajar paralelamente, al contrario, a partir de una definición clara de la estrategia de negocios de una empresa, se debe incorporar la tecnología para revisar y transformar procesos, productos y servicios, incluso los que no son digitales.

Esa revisión detallada de la estrategia analizando en cada objetivo estratégico qué aspecto se puede digitalizar, qué tecnología permitiría generar valor al cliente, qué producto o servicio se puede modificar incorporando aspectos del basto mundo digital, es la tarea trascendente que permite generar las líneas maestras de un proceso de transformación digital organizado, amplio y con foco estratégico en el negocio.

Curiosamente, no se habla del tema estratégico, ya que se da por un hecho, es decir, se presume que las empresas basan su gestión en los planes estratégicos y suponen que una transformación digital pasa por alinear aspectos tecnológicos, digitales y de nuevas tecnologías al proceso estratégico.

Pero la realidad es que muchas empresas no tienen definida su estrategia, o está obsoleta, o no le hacen seguimiento al plan estratégico, por lo cual abordar la transformación digital sin una estrategia clara puede conducir a desperdicio de recursos financieros y una desviación de los intereses de la empresa.

Algunos ejemplos del uso de la transformación digital

Efectivamente, son muchos los ámbitos donde se puede aplicar la trasformación digital, desde el uso adecuado de las bases de datos con la big data, que permite segmentar clientes para ofrecer productos totalmente adaptados a cada consumidor (algo que ya hace Amazon o Netflix), hasta ampliar canales comerciales o digitalizar procesos como el llenado de formularios, el cálculo de precios de un servicio (la industria de los seguros ya lo usa) o la oferta de productos adecuados al perfil económico de un cliente (la banca ya lo está usando). El uso de la inteligencia artificial hoy se usa extensamente en los chatbots para contestar preguntas frecuentes (de uso común en call center y chat de servicios) hasta la ampliación de información en códigos QR (lo hacen los productos de consumo masivo). El reconocimiento facial se usa en la industria de la seguridad y el blockchain, que ha tomado un espacio importante en el mundo financiero y en el uso de los smart contract incorporando esta tecnología en la parte legal.

Dónde hacer transformación digital en la gestión del Talento Humano

Existen muchas áreas, pero la primera es el cambio de mentalidad analógica a una mentalidad digital. Cambiar el modo de pensar es difícil, ya que transformar esa mentalidad significa ir contra la forma establecida de trabajar.

Un ejemplo típico son las descripciones de cargos, metodología pensada en la administración tradicional post segunda guerra mundial. Imaginemos que hoy y en los próximos años, la mayoría de los nuevos cargos no existían y peor aún, no han sido creados. Eso cambia rotundamente la manera de accionar.

La empresa Dell Technologies, especialista en tecnología de gestión, calcula que el 85% de los empleos del año 2030 todavía no han sido creados. Es decir, no se tienen antecedentes de esas funciones. Lo mismo dice Andrés Oppenheimer, quien cita un estudio de la Universidad de Oxford que pronostica que el 47% de los empleos corren el riesgo de ser reemplazados por robots y computadoras con inteligencia artificial.

Lo que sí se sabe es que el trabajador del futuro requerirá competencias como el pensamiento analítico, el pensamiento crítico, la creatividad, la flexibilidad y la adaptación al cambio, entre otras.

Lo mismo ocurre con áreas como la selección, donde el modelo tradicional sigue apegado a reclutar sobre una hoja de CV con énfasis en los estudios y los cargos ocupados y no sobre las competencias y habilidades de la persona.

En la gestión de capacitación, el modelo tradicional sigue prevaleciendo la mentalidad de “recursos limitados” con el rol de administrador de salones, comprador de refrigerios y coordinador de cursos presenciales; un modelo obsoleto que con la transformación digital cambia aceleradamente gracias al uso de tecnologías de desarrollo online como Formación Smart que permiten capacitar con calidad, a bajo costo y al propio ritmo del participante, desde cualquier lugar con acceso a Internet.

La transformación digital en la gestión de talento humano se puede aplicar los procesos sencillos como el uso de un software de la hoja de vida del colaborador, hasta procesos automatizados de comunicación y facilidades para el teletrabajo.

La transformación digital también impulsa la eficiencia de la empresa eliminando algunos papeleos y procesos administrativos que pueden llevar horas. Las herramientas digitales más útiles se centran en ordenar, archivar y buscar la información y en su procesamiento.

Con la transformación digital también han llegado las plataformas digitales de comunicación interna, que facilitan en flujo de información entre empleados y la divulgación de la cultura empresarial. También se ha mejorado notablemente la comunicación bidireccional con los clientes.

Gracias al procesamiento de datos, las empresas pueden conocer mejor a sus empleados y reorientarlos hacia su crecimiento profesional. Mejora la productividad y ahorra tiempo gracias a la automatización de procesos en los que antes se empleaba más tiempo y recursos.

La transformación digital inunda todo, es útil, eficiente e innovadora. Abracémosla más temprano que tarde, para hacernos más competitivos y generar mayor valor a nuestras empresas.