Ineludiblemente, abordar el tema de la inclusión nos lleva a valorar la diversidad. Es que sólo cuando somos capaces de valorar a cada persona, con sus particularidades, es que comprendemos la riqueza que se encuentra en la diversidad social que integra las organizaciones modernas.
La inclusión laboral es el proceso mediante el cual se generan oportunidades y condiciones iguales para todas las personas que integran la organización, sin importar el origen étnico, género, enfermedad, orientación sexual, discapacidad y otras circunstancias, siempre procurando el mismo acceso al empleo, con respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales.
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Exclusión, integración y segregación no son inclusión
Se han realizado importantes esfuerzos para garantizar la inclusión laboral, sin embargo, no todos los esfuerzos han logrado la esperada inclusión, revisemos a continuación tres casos, que en definitiva son discriminatorios:
- Exclusión: Es quedar por fuera de un grupo social, por ser diferente al resto. Por no alcanzar a cumplir con los requisitos, con frecuencia, socialmente impuestos. Nominalmente, se puede pertenecer a un grupo, pero en la realidad organizacional se puede estar excluido de las actividades de la organización.
- Integración: Es formar parte de un grupo social, pero con la idea que deben integrarse al resto y para ello deben modificar conductas y comportamientos que los acerquen al de la mayoría, forzando la igualdad para con el resto.
- Segregación: Es formar parte de un grupo, de la totalidad, pero de manera apartada o separada, principalmente por ser diferente al resto.
La inclusión va mucho más allá, valorando a las personas por sus capacidades, en ambientes donde la aceptación del otro es fundamental para vivir en armonía laboral, donde las barreras se identifican y se aminoran o eliminan, y el entorno introduce cambios para ser ambiente inclusivos, capaz de generar las mismas oportunidades para todos.
En otras palabras, la inclusión es centrar la mirada en las capacidades de las personas, y la práctica en lo cotidiano de los principios de la equidad y cooperación, donde la heterogeneidad es lo normal, o dicho de otro modo, donde la riqueza de la diversidad es lo cotidiano.
Ventajas de ser una organización inclusiva
Proporcionar igualdad de oportunidades, condiciones y de promoción en el empleo, junto a un ambiente respetuoso y acogedor, es materializar en concreto la inclusión laboral. Las personas con discapacidad, minorías étnicas, con diversidad de género, orientación sexual, entre otros grupos socialmente marginados, ven oportunidades de desarrollo y bienestar social en las organizaciones inclusivas.
Ser una organización garante de la inclusión laboral, trae claros beneficios:
- Atrae y retiene talentos que pueden ser considerados divergentes en sistemas más homogéneos.
- Propicia la creatividad y la innovación, al alimentarse la variedad de perspectivas.
- Los ambientes de respeto y cooperación inciden favorablemente en la productividad, elevando sus niveles.
- Una empresa inclusiva es una empresa de oportunidades para todos, las que lo logran se convierten en modelos y referencias para la sociedad.
La inclusión laboral es un esfuerzo constante en el tiempo, que busca garantizar que todas las personas gocen de igualdad de trato en el ámbito laboral. Para las organizaciones es fundamental contar con una política clara de inclusión, una cultura empresarial que priorice la diversidad y la inclusión, y el trabajo cooperativo para beneficiar aquellas personas víctimas de la discriminación.
En los ambientes inclusivos, la empatía es un elemento clave, ya que permite acercase -basados en el humanismo- a los demás, respetando los derechos y la dignidad humana, procurando el bienestar, el desarrollo y el crecimiento de cada persona por encima de las diferencias particulares.
Contar con ambientes laborales inclusivos es contar con equipos que cumplen más allá de una serie de tareas, es más bien contar con talentos humanos capaces de aportar al capital intangible de la empresa y consolidar metas de la organización.
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Magister en Educación. Mención Gerencia educativa. UCAB