La supervisión de equipos hoy está más asociada al liderazgo que a teorías y principios del pasado, y puede definirse como un proceso sistemático de proporcionar orientación, apoyo y retroalimentación a los miembros de un equipo.
El objetivo de la supervisión de equipos es ayudar a los equipos a alcanzar sus metas, mejorando el rendimiento, el compromiso y la colaboración, lo que por supuesto conlleva elevar la eficiencia y la eficacia de los equipos, de los procesos y, por lo tanto, de la productividad y efectividad de organización.
La supervisión de equipos puede realizarse de muchas maneras. Algunos supervisores prefieren un enfoque más formal, con reuniones regulares y evaluaciones de desempeño. Otros prefieren un enfoque más informal, basado en la comunicación constante y el coaching en el lugar de trabajo
¿Cómo debe supervisarse en la región?
En América Latina es un proceso complejo que debe adaptarse a las diferentes condiciones y culturas de la región. Sin embargo, hay algunos principios generales que son comunes a todos los equipos, independientemente de su ubicación, tales como:
- Los equipos deben tener claro qué se espera de ellos y cómo se les evaluará. Esto ayudará a garantizar que todos estén cohesionados trabajando hacia las mismas metas.
- Los colaboradores deben recibir retroalimentación asertiva en forma regular. La retroalimentación debe ser específica, constructiva y oportuna. Ayuda a los miembros del equipo a identificar sus fortalezas y áreas de mejora.
- La supervisión de los equipos debe propiciar el desarrollo humano y profesional de los colaboradores, tras la identificación de las debilidades y de las fortalezas se deben proporcionar herramientas que ayuden a la mejora continua y al aprovechamiento de las oportunidades.
Especialmente en América Latina, se debe tomar en cuenta la cultura de cada sociedad. En algunos países, la supervisión puede ser más formal y jerárquica, mientras que en otros países, puede ser más informal y participativa. Es importante adaptar el estilo de supervisión a la cultura específica del equipo.
Algunos datos importantes de la supervisión en la región
América Latina, debido a su ubicación geográfica, su diversidad en recursos y productos y la interacción con otros mercados del mundo, se está volviendo cada vez más globalizada y competitiva, lo que requiere que las empresas sean más eficientes y efectivas y es allí donde la supervisión cobra mayor relevancia, como una herramienta para elevar para mejorar el rendimiento y el compromiso de los equipos.
Según un estudio de la consultora McKinsey & Company, el 70% de las empresas latinoamericanas consideran que la supervisión de equipos es una prioridad estratégica. Sin embargo, solo el 30% de las empresas tienen un proceso de supervisión formal y estructurado.
El mismo estudio encontró que las empresas latinoamericanas que tienen un proceso de supervisión formal tienen un rendimiento superior a las empresas que no lo tienen. En particular, estas empresas tienen una mayor productividad, un mayor compromiso de los empleados y una mejor toma de decisiones.
Un estudio de la Universidad de Chile encontró que los supervisores latinoamericanos tienen una tendencia a centrarse en la evaluación del desempeño y la disciplina. Sin embargo, los estudios también encontraron que los supervisores latinoamericanos están cada vez más interesados en el desarrollo de los miembros del equipo.
Otro estudio, realizado por la Universidad de São Paulo, encontró que los supervisores latinoamericanos tienen una tendencia a utilizar un estilo de supervisión más informal y participativo. Esto se debe a que la cultura latinoamericana valora la colaboración y el trabajo en equipo.
Los supervisores en la actualidad deben ser flexibles y adaptables, con la construcción de relaciones respetuosas, asertivas y sólidas con los colaboradores que forman parte de sus equipos de trabajo y acercarse más a las figuras de mentor o de coach, que orienta, acompañan, capacita, entre otros.
Magister en Educación. Mención Gerencia educativa. UCAB