El rol del facilitador en la gestión del conocimiento

El rol del facilitador en la gestión del conocimiento

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Al ritmo de innovación actual, las empresas más competitivas son aquellas que mantienen una inversión constante en su capital humano. Este recurso cuenta con la capacidad de autogestionarse y desarrollar su potencial de manera contaste, si es gerenciado de la forma correcta.

Variables capaces de catalizar el éxito organizacional, tales como la creatividad, la sinergia y el liderazgo, pueden gestarse dentro de los equipos de trabajo. Sin embargo, el surgimiento de estos factores se encuentra directamente vinculado a la gestión del conocimiento en las empresas.

Es en este contexto donde surge el rol del facilitador, un agente capaz de administrar, promover y divulgar conocimientos, con el propósito de potenciar el desarrollo de equipos de trabajo altamente competitivos.

Es bien sabido que el jefe tiene la facultad de ordenar, su autoridad está dada por la estructura de la organización; por otro lado, el líder tiene la capacidad de inspirar a través de su trato y acciones. Pero en muchas ocasiones, el jefe puede carecer de influencia y el líder, adolecer de una visión motivadora pero poco concreta.

Ante tal situación, el facilitador se presenta como un colaborador capaz de trasmitir conocimientos y competencias a través de procesos formativos, que pueden estar perfectamente alineados con los objetivos estratégicos de la organización. En su rol de instructor u orientador, el facilitador puede subsanar carencias de la gestión ordinaria, con el propósito de garantizar el desarrollo constante y positivo de todos los miembros de la organización.

Aspectos claves en el rol del facilitador

Cuando una organización decide conformar un grupo de facilitadores, debe considerar los siguientes aspectos:

  • La actividad de un facilitador es formativa-ejecutiva, es decir, se trata de una formación seguida de la acción, el resultado obtenido sirve para calibrar un nuevo proceso de capacitación. Este ciclo permite optimizar todos los recursos involucrados en beneficio de la empresa.
  • El resultado de la actividad del facilitador es un “saber hacer”, referido al aprendizaje de conocimientos teóricos, técnicos u operativos; y de un “saber ser”, que abarca el desarrollo de competencias y destrezas personales en los colaboradores, además de fomentar la aplicación práctica de los valores de la empresa.
  • Se deben implementar estrategias formativas que permitan el desarrollo de las distintas modalidades de aprendizaje existentes en la organización. Al diversificar las estrategias de comunicación y capacitación, es posible conectar y transferir el conocimiento a la diversidad cognitiva presente en los equipos de trabajo.
  • Al final de un proceso formativo, son fundamentales las actividades de entrenamiento y refuerzo. Estas permiten llevar a la práctica los conocimientos impartidos, para garantizar su aplicación en la realidad de manera objetiva y cuantificable, además de reafirmar instrucciones, valores y modelos de conducta.

Características de un facilitador

  • Es capaz de generar un ambiente de confianza en el espacio de aprendizaje, actuando de manera coherente y realizando acciones para crear un estado de ánimo apropiado en la experiencia formativa.
  • Fomenta un ambiente de libertad, que ayude a clarificar o hacer emerger los objetivos de los participantes, sin temer a que surjan aspectos no planificados, promoviendo que digan lo que les gustaría hacer y ayudando a generar un contexto ideal para el aprendizaje corporativo.
  • Se adecúa a los requerimientos del equipo para lograr un aprendizaje significativo; adaptándose a una diversidad de opciones, donde algunos podrán requerir ser guiados con un mayor apoyo y otros, tal vez, necesiten más libertad y autonomía.
  • Debe disponer de una variada fuente de recursos para el aprendizaje accesibles para todos en la organización, por ejemplo: documentos, materiales, apoyo audiovisual y prácticas.
  • El facilitador en sí mismo, es un recurso para el aprendizaje: se pone a disposición como un consejero, guía, asesor y persona con experiencia en la materia.
  • Está atento a los aspectos emocionales y motivacionales de cada persona y del equipo.
  • Tiene la facultad de incorporarse al equipo como un colaborador más, expresando sus puntos de vista de manera horizontal.

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